El registro de blogueros de la Unión Europea, o el "Principio de Autoridad" a lo bestia
En mis conferencias y en este blog he hablado a menudo de lo importante que considero el "Principio de Autoridad" cuando utilizamos la información. Básicamente significa que no aceptemos ninguna fuente "porque sí", sino porque detrás hay algo fiable. Ese algo puede ser una institución solvente, una metodología probada, unas fuentes de información contrastables, o una persona experta.
Con Internet este principio se hace aún más necesario, porque literalmente publica todo el mundo. La principal diferencia con la "Era Papel" es que antes tener acceso a la publicación en medios físicos (libros, artículos, etc.) estaba muy limitado por costes económicos (vamos, que vale una pasta imprimir y distribuir contenidos en papel), y como era tan caro las entidades que publicaban hacían una importante labor de filtro. En otras palabras, que nos lo pensábamos muy mucho antes de sacar contenidos nuevos. Y si se sacaban, era porque o tenían una calidad incontestable para la entidad que costeaba la publicación, o porque servía a sus intereses, independientemente de su calidad.
Internet cambió las tornas permitiendo la publicación gratuita y la distribución universal. Y a eso se añadió la creación de los archivos RSS, que permitió que fueran las máquinas las que enviaran contenidos personalizados a los humanos. Si a eso le añadimos la necesidad humana por comunicarse, acabamos con un cóctel que está resultado explosivo: los blogs.
Tan explosivo, que hasta ya está tramitándose una normativa de la Unión Europea que aboga por la creación de un registro voluntario de blogueros para que el público tenga la "tranquilidad" de que, cuando consulta a uno de los blogueros "normalizados", la información que reciba esté "libre de intoxicaciones".
¿Qué que opino de esta iniciativa? Pues que en un principio me parece una tontería. Pero si esa tontería se hace realidad puede derivar hacia dos caminos: el positivo, que se convierta ese sello de "bloguero de fiar" en una garantía tipo "Denominación de Origen para el vino", y el negativo, que se convierta en método de control político de la información.

La otra vertiente, la negativa, es que la UE quiera controlar al que escribe en Internet. Y por mucho que haya comentarios y artículos de Internet de gente que nos alerta de tal maniobra, yo creo que la situación distará de ser apocalíptica. Primero porque en sus muchos años de existencia la Unión Europea no ha practicado la censura explícita, y no creo que ahora le dé por ahí. Y segundo, porque técnicamente es como beberse el mar a cucharadas: Internet es tan grande que la única manera de controlarlo es cortando la electricidad, no creando clasificaciones de "buenos" y "malos".
Por tanto, como dudo que a la UE le vaya a dar por hacer censura, y como también dudo de que vayan a invertir medios para crear un sello de calidad con garantías como las de, por ejemplo, una titulación universitaria, me reitero en mi primera opinión: otra tontería más de nuestros políticos.
Nota: por si acaso, y como yo soy un bloguero "de fiar", os pongo aquí el informe de la Unión Europea donde se discute ese asunto, y también las enmiendas. Para escribir este post no he leído el documento, sino que me he "fiado" de la interpretación de El País, un periódico serio, creo. Y esto lo escribí en la noble Ciudad de Alcalá de Henares, un domingo con un sol estupendo.
Pa riguroso yo :)
Etiquetas: actualidad, blogs, gestión de información, internet, personas, reflexiones
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