viernes, 21 de septiembre de 2007

La interpretación personal en alza. Lo que me dice el informe KPMG 2007 sobre el mundo digital.

Hoy me he desayunado esta espectacular noticia, vía del estupendo blog de Madri+d Documentación: "Internet se convierte en la primera fuente de información de los españoles según un estudio realizado por KPMG".

El batiburrillo que se ha formado en torno a la noticia ha sido importante. El mismo blog Documentación menciona que El País se hizo eco de la misma, y hoy son portada del periódico online Madridiario.

Evidentemente me he lanzado a la lectura del susodicho estudio, y al terminarlo me he quedado con la mente helada. Pero no porque la gente joven se haya pasado en masa a informarse por Internet (espectacular el gráfico de la página 15 que demuestra que el ¡75%! de los españoles entre 15 y 34 años lee sus noticias por Internet, frente al 25% de americanos y británicos), que es lo que han destacado (con un puntín sensacionalista), sino por la tendencia social que está en plena aceleración: la confianza ciega en la información digital.

Que quieren que les diga. A mi me da pánico, porque esto quiere decir que los que hoy tiene 15 años cuando tengan 30 como les desenchufen Internet van a estar muy, muy perdidos.

Pero me asusta más aún el "optimismo" ciego ante esta revolución. Si no está en Internet no está. Puedo interpretar (llevándolo al límite) que el trato directo con una persona importa poco, y que la información en papel está obsoleta. O al menos un 75% de los jóvenes de hoy "pasan" de ella porque el gran Dios Internet les ha revelado la verdad. Le adoran. No necesitan a nadie más.

Como historiador que soy, tiendo a ver las cosas a muuuuuuy largo plazo, y ha habido otras épocas de la historia de la humanidad en la que el optimismo colectivo y desmesurado ante unas creencias que parecían bondadosas terminó desembocando en una catástrofe que causó multitud de daño y muertes. Por poner 3: a la Ilustración le sucedió Napoleón, que quiso ilustrar Europa a golpes; al desarrollo tecnológico de finales del XIX y principios del XX (acuérdate de Julio Verne) le sucedió la Iª Guerra Mundial y su tecnología asesina; y más recientemente, al ultraoptimismo de finales de los 90 le sucedió la crisis de las punto como del 2000.

No tiene por qué volver a pasar, pero sí puede servirnos de lección para moderar nuestro optimismo, porque recordemos que el uso masivo de Internet es de apenas una década, y 10 años de revolución infotecnológica no hace obsoletos automáticamente nuestros comportamientos y conclusiones anteriores.

Mi interpretación personal es que precisamente eso, la interpretación personal, va a ser un valor en alza en el futuro. El Web 2.0, basado en el crowdsourcing, es algo revolucionario y maravilloso, pero viene de "crowd", que significa multitud. E igual que la gente abandona los manipulados medios de comunicación tradicionales en busca de información "más libre", nos estamos echando ciegamente en los brazos de las opiniones de la multitud. A veces nos valdrá lo que dice, pero en ocasiones no, porque tus necesidades son personales, a veces exclusivas.

Y para satisfacer esas necesidades, o las propias de tu empresa, raramente la multitud podrá hacerlo. Y entonces te tocará fiarte del criterio personal de unos cuantos profesionales, que se habrán ganado tu confianza por su experiencia y formación, y que seguramente no solo se informen por Internet sino que también lean libros y entrevisten a otras personas. Que sean lo suficientemente inteligentes como para no estar cegados por la revolución infotecnológica en marcha.

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