martes, 11 de septiembre de 2007

Automedíquese con la información de Doctor Google

Este pasado sábado mi madre se puso mala de un cólico. La mujer lo pasó regular, pero "afortunadamente" se ha recuperado a tiempo para ir, el lunes, a trabajar.

Aprovechamos la circunstancia para reunirnos toda la familia en torno a la "matriarca", y durante la charleta informal típica que se hace en torno a los enfermos mi hermana Virginia (documentalista y también exploradora de información) me comentó a modo de guasa que había consultado al "Doctor Google" y que le ha "había dicho" que la mejor manera de curarse de un cólico era permanecer tumbado para evitar los mareos más un par de días de dieta blanda.

Hombre, mi hermana "tiene estudios", y no buscaba un diagnóstico completo sino la confirmación de un comportamiento que ayudaría a mi madre a recuperarse (ya tuvo otro cólico gordo hace tiempo). Pero también me comentó que había leído y oído por la radio ya a un buen número de doctores quejarse de que cada vez más gente iba a las consultas después de informarse por el "Doctor Google", y hasta pretendiendo saber más que el médico.

Me pareció un tema genial. Tanta fe tenemos ya en el "Gran Hermano Internet" (insisto, ¡qué es un robot!) que ponemos nuestra salud en sus manos.

Como dice Cecilio Venegas, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz: Portátil+ADSL=Marañón.

Y si eso hacen los particulares nada menos que con su salud, lo que no harán las empresas con su "salud informativa". Pues eso: automedicarse con lo primero que encuentran en Internet.

¿Nos hemos vuelto locos? Yo creo que más bien es la actualización de algo tan hispano como nuestra autosuficiencia. En Román Paladino: que vamos de listos. ¿Para qué voy a pagar al médico, para qué hacerle caso si yo soy más listo que él? Traducido al mundo de la empresa: ¿Para qué voy a pagar a un explorador de información, si yo soy más listo que él? Aporreo el teclado y voilà: 270.000 fuentes de información. Si es que soy un crack.

Pues nada. Haz caso a ese comportamiento y RIP.

¿Y por qué? Pues porque...
  • como no seas un especialista toda la información te va a parecer la misma. Y como no puedas interpretarla al final solo entenderás y te fiarás de aquella que te confirme lo que tú crees que es verdad. Buscarás que te confirmen tus ideas, no que te las cuestionen. De lo más innovador.
  • como no seas un explorador de información solvente no buscarás autoridad en tus fuentes, y te fiarás de lo que te cuenta el primer cantamañanas indocumentado.
  • como te veas deslumbrado por el acceso rápido y colorista con la que la tecnología multimedia hace accesible la información te la van a meter doblada. Vas a comprar estampitas porque el conocimiento médico se difunde en sesuda bibliografía, no en páginas flash, y su acceso es mucho más complejo que un simple clic.
Ve de listo, como buen español, y te la pegarás. Porque la información es algo muy serio, ya esté tu salud en juego o la salud de tu empresa. Y antes que de una máquina yo me fiaría de mentes tan solventes como la de Cecilio Venegas, que además de farmacéutico ha diagnosticado Internet mejor que yo mismo:

Finalmente, la aparición del fenómeno del Doctor Google, tan aparentemente novedoso en su envoltura tecnológica, debe hacernos recordar lo que ya sabíamos desde hace generaciones:

El dato es importante solo y más importante aún el dato agregado, pero los datos aún agregados no garantizan la información.

La información es importante sola, y más importante aún la información agregada, pero la información aún agregada no garantiza el conocimiento.

Y por el momento las páginas de internet sólo contienen información.

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1 comentarios:

A las 14 de febrero de 2008, 21:40 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Amén.

Saludos.

 

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