miércoles, 5 de septiembre de 2007

Google Humano. Seres inteligentes explorando información (borrador 1)

Os adelanto, en primicia, el borrador hasta el momento del artículo que estoy escribiendo para el blogbook de Dioni Nespral El futuro es tuyo. Evidentemente no es el trabajo definitivo, pero como lo he publicado para someterlo a crítica en el wiki al que tenemos acceso los 70 autores que haremos el libro, me ha parecido un buena idea someterlo también al juicio del público en general.

Mi objetivo, siguiendo el leitmotif del libro (la revolución social que estamos protagonizando las personas), es demostrar cuán necesaria es la contribución de un buen explorador de información (al que yo denomino "Google Humano") para encontrar valor reconocido y pagado por el mercado en las cantidades ingentes e inhumanas de información que manejamos hoy en día. Google será maravilloso, pero si detrás no hay una mente inteligente que sepa utilizar Internet y sobrepasar sus limitaciones, entonces solo tendremos más volumen de información, pero no más valor. Y eso solo lo puede hacer una persona.

Este tema me atrae poderosamente porque hablamos mucho de "gestión de conocimiento" o de "sociedad de información", pero al final delegamos nuestra responsabilidad de informarnos en robots (con Google a la cabeza). Una locura. Así como que es de locos que existan tantos "Googles Humanos" por el mundo (por ejemplo, doctores o investigadores con trabajos precarios en empresas y universidades) con una formación y experiencia increíbles, costeada con muchos fondos públicos, que directamente tiramos por el retrete.

El valor está, por supuesto, en el I+D. Pero también en el E+D, porque "explorar" no consiste tanto en investigar hasta el fondo tu sector de especialización como en sacarle el jugo a una combinación de informaciones procedente de todo tipo de sectores que tú puedes encontrar. Muy a menudo unos datos recolocados de manera creativa en un contexto diferente del que los vio nacer basta para innovar. Yo mismo, por ejemplo, he convertido citas literarias en elementos de márketing y diseño para restaurantes.

En suma, el poder de explorar información es tremendo. Primero por el potencial caudal de valor que puede proporcionar a los proyectos de empresas e instituciones. Y segundo porque revaloriza el papel de las personas, de los buenos profesionales, en este mundo en que muchos mediocres se creen que con solo pulsar un botón una máquina les va a resolver la papeleta.

Voilà el borrador hasta hoy. Espero vuestras opiniones:

UN VOLUMEN INHUMANO DE INFORMACIÓN

Estamos en la “Era de la Información”. Menudo topicazo.

Pongamos el caso de 2 tribus de la prehistoria: una sabe hacer fuego y la otra no. ¿A qué tendría mucho valor para la segunda tribu la información de la primera?

Seamos claros: no vivimos en una “sociedad de la información”, sino en una “sociedad informacional” en la que generación, el procesamiento y la transmisión de la información se convierten en fuentes fundamentales de productividad y poder. [Manuel Castells, La Era de la Información. 1 La Sociedad Red, Madrid, Alianza Editorial, 1997]

Bajo esta información radica el conocimiento que nos está permitiendo crear hoy bienes, productos y servicios avanzados como nunca en otras épocas de la existencia humana. El milagro de las TIC, con Internet a la vanguardia, ha logrado el milagro del acceso universal, rápido y barato al mayor volumen de información de la historia, al transformar la información de átomos a bits, más baratos y rápidos de transmitir.

El lado oscuro de esta fuerza radica en que el volumen de información que manejamos es inhumano. En realidad ya lo ha sido siempre, pues nadie se proponía hace 20 años devorar todos los libros de una biblioteca. Pero antes las bibliotecas apenas las pisábamos después de abandonar la facultad, y ahora, en cambio, como Internet lo usamos a diario nos damos en las narices con 100.000 resultados por cada búsqueda en Google o con estadísticas como que cada día se crean 175.000 blogs nuevos, a dos blogs por segundo. [http://www.technorati.com/about/]

De locos.

Porque esa es la miseria de la sociedad informacional: la misma tecnología que nos permite el acceso universal, rápido y barato a la información también permite multiplicarla exponencialmente. Y a más información más valor, sí, pero también más ruido.

¿DÓNDE ESTÁ EL VALOR?

Si cada segundo se crean dos blogs, si cada día se publican en España 208 libros exclusivamente en papel

[Anuario de Estadísticas Culturales 2006, Madrid, Ministerio de Cultura, 2007 http://www.mcu.es/estadisticas/MC/AEC/PresentacionAnuarioEC2006.html], si información disponible en la Web es de más de 7000 terabytes, y solo 19 están al alcance de los buscadores [http://www.brightplanet.com/resources/details/deepweb.html], entonces necesitaremos algo más eficaz que un ordenador o un robot para encontrarle utilidad a todo esto.

Necesitaremos a una persona.

A una persona le puedes hacer una pregunta semántica, en vez de pedirle palabras clave; una persona filtra resultados separando el trigo de la paja, personaliza los contenidos y su formato en función del proyecto en que trabaja, y reduce el volumen de información a una escala humana. Porque, ¿realmente necesitas acceso inmediato a 10.000 webs o 1 ó 2 respuestas que a ti te sirvan?

Pero eso no es todo:

  • La experiencia, conocimientos y creatividad de una persona enriquece cualquier búsqueda y tratamiento de la información. Además siempre puedes juntar diversas personas inteligentes y crear equipos.
  • Las personas pueden acceder a la información física (libros, artículos, objetos); los ordenadores no.
  • Las personas pueden hablar con otras personas, porque no todo el conocimiento está aún escrito.
  • Una persona te puede enseñar sus técnicas. Google jamás te dirá su logaritmo.

Las personas no son máquinas. No son capaces de dar en 1 segundo 10.000 resultados a una pregunta, pero los mejores exploradores de información, a quienes yo llamo “Googles Humanos”, sí son capaces de dar respuestas inteligentes y que valgan la pena.

E+D=i

La archiconocida fórmula I+D+i es hoy reconocida popularmente como el método más adecuado para progresar. Grandes empresas como Alcatel destinan el 30% de sus empleados a esos fines [http://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276312433.html]

Pero para muchas otras organizaciones la “I” mayúscula les puede resultar inaccesible o excesivo: implica grandes inversiones en recursos y personal, y resultados a muy largo plazo. Sin embargo, estar fuera del mundo de la “I” puede suponer estar fuera del mundo [blog de Cornellá]

Hay una alternativa: explorar información (o “E”), cuya ventaja es que no parte de la creación de un conocimiento nuevo sino de la localización y análisis de los datos ya disponibles. Un buen explorador de información es capaz de localizar esas perlas informativas en contextos similares al del proyecto para el que trabaja (obteniendo conocimiento técnico) pero también en contextos que nada tengan que ver (de los que se obtiene un plus de creatividad). El Google Humano se mueve por todo el “universo de la información” (compuesto por personas y fuentes físicas y digitales), no sólo en los cuatro webs y libros que consulta todo el mundo.

Evidentemente no se crea conocimiento nuevo de la nada, pero si se aprovecha la fuerza de los contextos, porque cualquier información utilizada en un contexto distinto al original que la creó puede darle un nuevo valor que termina siendo reconocido por el mercado, convirtiéndose en una verdadera innovación [artículo de Cornellá]: yo mismo he convertido una entrada de enciclopedia en un elemento de marketing, un artículo de periódico en una audioguía [ver otros ejemplos en mi presentación CEU]. Tenemos por tanto una variante rápida, barata, útil y práctica para poner la investigación al alcance de individuos y empresas de todo tamaño: E+D=i.

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