jueves, 11 de diciembre de 2008

Cómo encontrar una dirección de e-mail que hemos perdido

Mira que lo usamos a diario y solemos ser organizados, pero a todos alguna vez se nos ha perdido la dirección de correo electrónico de una persona con la que tenemos que comunicarnos. Si te pasa eso, estas 7 estrategias te pueden ayudar a encontrarlo.

1. Revisa los correos que has enviado o recibido

Muchos de nosotros firmamos nuestros e-mails con nuestra dirección de correo. Y como muchas veces respondemos un mensaje enviando también una copia del mensaje enviado anteriormente a lo mejor se ha colado la firma de la persona con la que queríamos contactar en la maraña de correos reenviados. Yo miraría aquí antes que en ningún otro sitio.

Si no quieres revisar tus e-mails a mano te aconsejo lo siguiente:
  • Usa la función “buscar” de tu gestor de correo (Outlook, Thunderbird, etc.)
  • Si usas Gmail u otro correo online, simplemente busca palabras clave como el nombre de la persona que buscas, la institución a la que pertenece, algún tema del que hayáis tratado, etc.
  • Si usas un correo que no sea Gmail, te aconsejo que te abras una cuenta de Gmail y que te lea también tu correo. Te servirá como copia de seguridad, y te permitirá hacer búsquedas mucho más rápido que con la función de “buscar” del Outlook
  • Instálate Google Desktop. Te escanea todos tus mensajes de e-mail y podrás buscar en ellos a toda velocidad.
A mi es muy útil este último truco, sobre todo también para encontrar direcciones postales en las firmas de los mails, que a veces también son muy difíciles de encontrar.

2. Redes sociales

Muchas personas pertenecen tanto a redes sociales de ocio (MySpace, Facebook, Tuenti) o profesionales (Xing, Viadeo, LinkedIn). Merece la pena buscarles en esas redes. A veces la persona que buscas tendrá público su e-mail, y si no simplemente date de alta en esa red social y envíale un mensaje privado dentro de esa red.

3. Grupos

Aunque no es habitual en el entorno de los negocios, a veces la gente participa en grupos de discusión públicos como los Usenet (ahora Google Groups) o Yahoo Groups. Si firman sus mensajes, allí podrás encontrar su e-mail.

4. Búsquedas "a lo bestia"

Busca el nombre de la persona en Internet, o busca la empresa en la que trabaja. Y si no aparece su e-mail llama a la organización a la que pertenece y pídeselo.

Si no tienes excusa para pedir el e-mail, ésta funciona siempre: "Soy un estudiante de doctorado de la Universidad X y quiero entrevistarle para mi tesis". Como es una razón académica y sin ánimo de lucro, esta excusa vence muchas resistencias.

5. Revisa tus tarjetas de visita

De cajón, pero a veces se nos olvida. Mejor tenlas todas guardadas en un solo sitio.

6. ¿Quién puede conocer a esta persona?

También es de cajón, pero hay que incluirlo aquí. Tendremos que pensar en amigos, clientes, compañeros, antiguos jefes. Buscarlos en nuestra agenda o por redes sociales, y pedirles que nos digan el correo de esa persona. Si lo necesitas, también puedes usar aquí la excusa de la tesis que te he dicho antes.

7. Páginas Amarillas o Blancas

De cajón también, pero seguro que se nos ha olvidado que Telefónica nos las regalaba con esto de Internet. A lo mejor algo tan tonto como buscar a la persona con la que queremos contactar en las Páginas Blancas nos daría su teléfono fijo personal, y si tenemos el valor de llamarle a su casa (tú verás) a lo mejor conseguimos su e-mail.

¡Buena caza!

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martes, 9 de diciembre de 2008

El "Google Humano" en El País

El pasado domingo, El País Semanal publicó un artículo bastante divertido de 2 páginas sobre el fenómeno de la Marca Personal o Personal Branding. La referencia y gurú del tema es, por supuesto, Andrés Pérez Ortega, y el artículo también hace mención a otros grandes compañeros como Dioni Nespral o Ángel María Herrera, pero al periodista le gustó tanto mi ejemplo que he tenido yo el honor de ser el caso que abra el artículo. Así que si no lo habéis hecho ya, os recomiendo que recuperéis el dominical de El País de este domingo y que le echéis un vistazo al artículo.


Por si no lo sabéis, crearse una "Marca Personal" es convertir tu nombre en eso, en una marca. Y no para deshumanizarte sino para todo lo contrario: para dejar de ser un profesional genérico, de esos que inundan webs como Infojobs, para convertirte en alguien valioso, tan valioso que lo que haces solo lo puedes hacer .

Los ejemplos son muy claros: los libros donde sale el nombre "Stephen King" más grande que el título de la novela, o la palabra (imposible de escribir para un español) Schwarznegger. Si yo digo Schwarznegger y te pregunto "¿qué te sugiere esta palabra para ti?" me dirías cine de acción, culturismo o conservadurismo político, y resulta que nos estamos refiriendo a un tío que ni es el mejor actor del mundo, ni el mejor político (culturista sí que lo fue, vaya por Dios), pero que al tener una potente marca personal le ha permitido destacar entre la masa, ser la opción elegida entre mejores actores y mejores políticos.

Gracias a Andrés, y gracias a la marca personal, mi carrera profesional ha dado un vuelco importante, y nunca dejaré de agradecérselo. Ya no soy sólo un magnífico profesional, que ya lo sabía, ahora sé como posicionarme en el mercado y ser la opción elegida. Y eso vale mucho en un mercado como el actual donde si pones "Pepito Pérez" eres uno más, pero "Google Humano" ya solo hay uno.

La prueba es que hace un rato he hablado con Andrés y él me ha dicho que ha recibido ya muchas llamadas interesándose por ese tal "Google Humano". Si en cambio hubiese aparecido solo como "Miguel Ángel López", pues sería otro más de la masa, a pesar del noble apellido que me legó mi padre. ¡Hay que ver lo que consigue simplemente llamar lo que haces de otra manera!

Te animo a que crees tu marca personal. A mi me está yendo bien, y a ti también te puede ir igual de bien.

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viernes, 5 de diciembre de 2008

Dos magníficas herramientas para escribir

Últimamente estoy usando mucho en mi trabajo dos herramientas lingüísticas fantásticas, y me gustaría compartirlas con vosotros.

La primera es un diccionario de ideas afines online (http://www.ideasafines.com.ar/). Esta web ofrece una poderosa base de datos que relaciona automáticamente distintas palabras y términos con conceptos similares o afines. Esta herramienta es muy útil para distintos fines creativos, ya que puede ser utilizada como un generador de ideas, relacionando distintos términos entre sí. Partiendo de una idea clave se puede llegar a distintos conceptos, todos relacionados con el término principal.

Por ejemplo, si buscas el verbo "asesorar", aparte de darte el sinónimo, te lo enlaza con ideas "relacionadas" con el concepto "asesorar": trámite, consejo, administración, opinión, etc. Pero es que el diccionario te da además sinónimos de todas esas palabras. Si buscas "barco", aparte del sinónimo "buque" puedes obtener carabela, transatlántico pero también ancla y puerto.

Utilísimo. De hecho hace ya alguna década que uso el diccionario en papel de ideas afines de Fernando Corripio, y hasta que no he encontrado éste no he localizado uno online que esté a su nivel.


La otra herramienta lingüística que os recomiendo hoy es The Free Dictionary. Hay muchos diccionarios online de traducción por ahí, pero la calidad de éste es equivalente a la cualquiera de los de papel. Básicamente lo utilizo para traducir del español al inglés, y la verdad es que estoy dejando de usar el Webster y el Collins por lo cómodo y exhaustivo que es The Free Dictionary. Su base lexicográfica viene de prestigiosos diccionarios (American Heritage, Collins, etc.), pero es que además las entradas tienen todo tipo de explicaciones, y hay detalles de valor añadido como un diccionario de sinónimos potente y hasta las pronunciaciones en inglés británico y americano.


Un lujo. La verdad es que, esta vez sí, vamos a ir prescindiendo cada vez más de los diccionarios en papel.

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