Las empresas necesitan exploradores de información para fomentar la creatividad y la serendipia
Una cosa está clara: las empresas del futuro serán innovadoras o no serán. De hecho ya nos está pasando a los profesionales: o nos reinventamos y damos valor añadido a los que nos contratan, o a la sima de la precariedad laboral y salarial.
Nadie mejor que Einstein para resumir esta realidad: “si haces siempre lo mismo de la misma manera, ¿cómo pretendes obtener un resultado diferente?”.
Para hacer las cosas de maneras diferentes os propongo una metodología nueva que considero muy potente: creatividad + información + serendipia.
La creatividad es una de esas habilidades con las que “se nace” y “se hace”. Hay personas que son genios en alguna actividad, y luego hay otras que, estimulados por sus experiencias, se plantean la pregunta clave: “¿qué pasaría si …?”. Evidentemente, los profesionales más potentes son los que nacieron genios y encima gozan de una amplia experiencia. Pero a cualquiera de nosotros, tras años y años ejerciendo una actividad, se nos pueden ocurrir métodos e ideas para mejorar un proceso, un servicio, o un producto.
Si a nuestra genialidad y experiencia se le suma una buena información, podemos llevar nuestra creatividad a niveles insospechados de excelencia. Tener la posibilidad de conocer experiencias y reflexiones ajenas, y acceder cómodamente a ese conocimiento por medio de un libro o una página web, enriquece nuestros propios puntos de vista y nos da nuevos puntos de partida para hacer cambios e innovaciones.
Para localizar esa “buena información” hay multitud de lugares (bibliotecas, webs) que debemos explorar. Y casi todos ellos cuentan con una gran ventaja: están organizados temáticamente. Gracias a ello si buscamos información sobre un tema es muy probable que encontremos otros documentos sobre el mismo tema pero desde un punto de vista en el que nunca habríamos pensado.
Esta mezcla de organización y azar es tremendamente potente. Cierra además el círculo de la metodología que propongo ya que la serendipia, el hallazgo casual, es un acto tremendamente creativo por lo que tiene de inesperado.
El ejemplo de mis rutas por Madrid es un claro ejemplo de esta manera de innovar.
- Creatividad. No sé si seré un genio, pero soy una persona inteligente, con años de experiencia profesional y formación para conocer y transformar un producto (en ese caso, unas visitas culturales).
- Información. Otro punto fuerte mío, acceso a numerosas y variadas fuentes de información que documentan mis diseños de ruta.
- Serendipia. De pronto llego a una página web en la que espero encontrar material interesante, y me encuentro por casualidad con una idea que jamás se me había pasado por la cabeza: una ruta de fuentes.
- Creatividad. Lo siento pero aquí me tiro el pisto: soy un genio. Me doy cuenta de que hay otro aspecto que une a las fuentes de Madrid entre sí, y no es su historia o su arte, sino algo que interesa más a la sociedad de hoy: el agua.
- Resultado: un producto nuevo, innovador y potente. No me extraña que a mi cliente le haya encantado.
Todo esto explica porque sostengo que las empresas necesitan exploradores de información: porque precisan de profesionales capaces de elegir lugares donde la buena información es probable que exista, y capaces también de reconocer de un vistazo aquello de valor para la empresa que se les ponga inesperadamente ante los ojos.

Etiquetas: empresa, explorar informacion, google humano, metodos, principios, reflexiones, técnicas
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio