jueves, 29 de enero de 2009

Soovle. Un metabuscador que te sugiere muchas ideas

Los metabuscadores no gozan de excesiva popularidad. Sin embargo, pueden ser herramientas muy eficaces cuando estamos llevando a cabo búsquedas exhaustivas de información, o cuando no tenemos muy claras las palabras clave que estamos buscando. Esas son 2 de las virtudes de Soovle.

La principal característica de Soovle es su poderosa interfaz, que nos muestra simultáneamente las sugerencias para una determinada cadena de búsqueda en 7 buscadores a la vez (por defecto Google, Yahoo!, Wikipedia, Answers.com, Ask.com, YouTube, y Amazon). En cuando empiezas a teclear un término, Soovle comienza a ofrecerte sugerencias de términos relacionados que puedan ayudarte a refinar tu búsqueda. Puedes elegir el término que te parezca más útil y, voilà, Soovle te pone el enlace número 1 del motor de búsqueda que prefieras. O también puedes poner automáticamente las palabras clave en la caja de búsqueda de Soovle para obtener todos los resultados de ese buscador.

Lo mejor que puedes hacer es jugar con Soovle, ya que es más potente de lo que parece y además es muy graciosa la manera estética en que desplaza iconos y palabras clave. También es posible personalizar los motores de búsqueda, aunque la selección todavía es limitada.

Soovle se muestra particularmente útil, como ya he indicado, para hacer una búsqueda exhaustiva de cualquier tema. Primero porque obtenermos los resultados de varios buscadores a la vez, y segundo porque nos sugiere términos de búsqueda que seguro que no habíamos caído en ellos. El problema es el de siempre: es una herramienta que funciona en inglés, y es en ese idioma donde nos dará los mejores resultados.

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martes, 20 de enero de 2009

La pantalla del ordenador no acabará con el papel

Los soportes de la información son 3: los medios digitales, los físicos, y las personas.

Actualmente estamos fascinados por la información digital. Y no es para menos. Al poder separarla del medio físico podemos hacer con ellas operaciones increíbles hace apenas unos años: "copiarla y pegarla", multiplicarla hasta el infinito, relacionarla entre sí. Y sin apenas esfuerzo.

Sin embargo la información digital tiene un defecto que a día de hoy es insuperable: dependemos de una pantalla para acceder a ella. ¿Y cual es el problema? Pues que la pantalla es un medio que imposibilita la inmersión en la lectura.

Eso lo sabemos todos por instinto. Una cosa es leer un blog o los horarios del cine, y otra muy distinta es leerse La sombra del viento. Para lo primero aceptamos usar una pantalla; para la lectura de evasión, o cualquier otra lectura que implique atención necesitamos el papel.

Pero es que, además, ya hay estudios que confirman nuestro instinto. El diario Público se hace eco hoy de una investigación liderada por Anne Mangen del Centro Nacional para la Educación y la Investigación de la Lectura de Noruega que mantiene que el formato digital y las pantallas de PC en particular influyen en la forma de leer obras literarias hasta el punto de impedir la inmersión que sí se consigue con los libros [aquí está la noticia completa].

En mi opinión, la conclusión más importante del estudio es esta: la separación del texto de su soporte físico lleva a una lectura superficial.

Esto, para el mundo de los negocios, es gravísimo.

Muchas veces una decisión empresarial implica dinero, influir en la vida de personas, y en casos extremos hasta catástrofes ecológicas. Para tomar la decisión correcta necesitamos, ademas de buena información, analizarla y comprenderla en profundidad. Si el medio que usamos para leer y analizar esa información es una pantalla tendremos muchas más posibilidades de llevar a cabo una lectura superficial, y eso significará errores: dinero perdido, personas afectadas, y hasta ríos contaminados.

La información digital, y sobre todo los hipertextos, son magníficos para presentar información que no nos exija un grado profundo de concentración: noticias breves, titulares, horarios, localización de productos, e-mails breves. ¿Y qué pasa si la información digital con la que nos enfrentamos exige un grado profundo de concentracion? Pues que no lo podemos soportar y nos distraemos. Que levante la mano quien no ha leído un artículo en Internet y no ha resistido la tentación de hacer clic en todos los enlaces y empezar a leer más artículos cuando ni siquiera había terminado ni comprendido el primero. Yo mismo cometo este error más veces de lo que me gustaría.

En Internet "mola" ese leer "aquí y allá" del que habla Manguen, y es útil para digerir información poco importante en poco tiempo. Ahora, si algo exige nuestra atención, y muchas decisiones empresariales exige el 110% de nuestra atención, la información digital no es el medio más adecuado para dar lo máximo de nuestro cerebro. ¿Cuántos jefes no se imprimen sus correos para leerlos con más calma? ¿Cuántos nos desgañitamos en decir que, por mucho que nos deslumbre Internet, los libros son muy a menudo un mejor medio para informarnos?

Es difícil ir contracorriente, máxime cuando las novedades tecnológicas son tan seductoras. Pero lo diré de una vez y claro: en el mundo de la información para los negocios el papel sigue y seguirá siendo imprescindible.

Como lo ha sido siempre.

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viernes, 9 de enero de 2009

Explorar frente a buscar. Desafío para Internet en 2009.

Y no lo digo yo, lo dice nada menos que Bernardo Hernández, Director mundial de Geomarketing de Google, en el diario Cinco Días. Aquí tenéis el artículo.

Hernández juega a semi-adivino, y digo "semi" porque anticipa algunas tendencias del Internet futuro, aunque, desde su privilegiada atalaya, sabe por donde van a ir los próximos movimientos de Google: publicidad en vídeo, publicidad local, reciclaje de los "dinosaurios" de Internet, y la evolución que a mi más me interesa: "explorar" tendrá que imponerse a "buscar" en lo referente a la búsqueda de información.

Aunque me defino yo mismo como "Google Humano", también me gusta referirme a mi mismo como "explorador de información". Y creo que ese es el concepto que debe predominar hoy en día. Como bien dice Hernández los seres humanos "no lo estamos haciendo mal en cuanto a encontrar algo que ya conocemos", pero si queremos que nuestros negocios o nuestra vida personal avance tenemos que meternos por un camino más ignoto: explorar.

Explorar implica descubrimiento, riesgo, valor desde el punto de vista de coraje y del tesoro que puede que encontremos, y posibilidad de fracaso. También es una actitud vital: no quedarse en lo conocido y aventurarse en lo desconocido. Los científicos, y yo como doctor me considero uno de ellos, conocemos muy bien el mundo de la exploración de información: no nos conformamos con el conocimiento establecido y lo desafiamos. Y para ello nos informamos en libros, revistas científicas, bases de datos, hablamos con personas, hacemos experimientos, jugamos con la materia y el conocimiento, y gracias a Internet podemos jugar a la relación y la serendipia, que son las herramientas que propone extender Hernández.

Don Bernardo es un agudo observador. En efecto, la gran masa de datos que alberga Internet, unido al poder de miles de seres humanos clasificando espontáneamente información, permite que las máquinas puedan hacer asociaciones que nos permitan explorar y descubrir cosas nuevas. Cualquier usuario de Last.fm, por ejemplo, sabe que si mete grupos musicales favoritos la página web le sugiere otros grupos y canciones que seguramente le van a gustar también. Para mi, que soy un poquito raro en gustos musicales (soy fan del Rock Sinfónico: Moody Blues, Electric Light Orchestra, The Alan Parsons Project...) es un paraíso donde explorar mucha música. No me extraña que Hernández diga que en la asociación espontánea de información afín haya un gran nicho de negocio en sectores como la moda, el ocio, los viajes.

Pero en lo que toca a la información empresarial, también explorar, y no buscar, es el camino. Por eso, en mis cursos y conferencias, animo a consultores, directivos, secretarias y técnicas a que "exploren" Internet, a que vayan más allá del buscador y se sumerjan en redes de favoritos, redes sociales, bases de datos, directorios y más recursos. Pero también les animo a que "exploren" libros y artículos en papel, porque como el mismo Hernández dijo en Cinco Días hace también un par de años "el 85% de la información mundial aún no está digitalizada". Y finalmente también animo a que "exploremos" personas: hablar con una persona experta nos proporcionará información que no está aún escrita y es por tanto ilocalizable. E Internet hace más fácil que nunca hoy localizar gente interesante.

Y más allá aún: exploremos nuevos profesionales. Yo mismo, historiador, "Google Humano", "explorador de información", he aprendido y manejo habitualmente información que raramente se combina: historia + humanidades + documentación + información empresarial + creación de empresas. No serán los profesionales al uso, sino los que exploren y combinen de manera novedosa los recursos informativos los que satisfaceran las necesidades no atendidas.

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